“No
nos cabe tanta muerte,
Memorial a Ciudad Juárez”
Memorial a Ciudad Juárez”
Una
exposición colectiva
que une Arte y Conciencias
que une Arte y Conciencias
Del
martes 07 de mayo hasta el martes 21 del mismo mes podremos visitar en la Casa
Elizalde situado en la calle Valencia 302 de Barcelona la exposición social “No
nos cabe tanta muerte, Memorial a Ciudad Juárez” que un nutrido grupo de
artistas, escritores, y creadores ofrecen como una reflexión que en vos alta, y
a través de las artes visuales sin duda desean cambiar para el bien de todos.
Es,
“el Grito de los Creadores”. Un grito comprometido con aquellos que sufren la
violencia de esta ciudad y tantas otras que podríamos señalar dentro de nuestro
dolorido Planeta. Al Norte, al Sur, al Este o al Oeste.
Un grito contra la injusticia, la impunidad, la pasividad y el conformismo de aquellos que se adaptan y transigen antes que intentar cambiar las cosas. Contra la violencia. La violencia de cualquier tipología. Femicidios. Explotación de todo tipo. Abuso de poder. Violencia de género. Especulación de alimentos y agua. Y todas aquellas variantes más o menos sutiles de explotación que ennegrecer y recortan la dignidad humana. La dignidad de todo hombre y mujer.
Los Creadores levantan los pinceles como aquellos caballeros de la Edad Media dispuestos a defender con su sangre a los débiles y los que sufren la injusticia. Alzan su voz de escritores, sus notas de músicos, sus creaciones de artistas, dirigiéndolas como una certera flecha que surca el cielo resplandeciente como una denuncia que alerta sobre la necesidad de cambios...
Un grito contra la injusticia, la impunidad, la pasividad y el conformismo de aquellos que se adaptan y transigen antes que intentar cambiar las cosas. Contra la violencia. La violencia de cualquier tipología. Femicidios. Explotación de todo tipo. Abuso de poder. Violencia de género. Especulación de alimentos y agua. Y todas aquellas variantes más o menos sutiles de explotación que ennegrecer y recortan la dignidad humana. La dignidad de todo hombre y mujer.
Los Creadores levantan los pinceles como aquellos caballeros de la Edad Media dispuestos a defender con su sangre a los débiles y los que sufren la injusticia. Alzan su voz de escritores, sus notas de músicos, sus creaciones de artistas, dirigiéndolas como una certera flecha que surca el cielo resplandeciente como una denuncia que alerta sobre la necesidad de cambios...
“No
nos cabe tanta muerte, Memorial a Ciudad Juárez” es la perpetuación de aquellos
hombres y mujeres que desde su pequeña (o grande realidad) no se resignan con
los acontecimientos, ni tienen dentro de si lugar para los olvidos.
Una
exposición que se inaugurará el próximo martes 07 de mayo de 2013 a las 19:30
horas, y que restará visitable al público con entrada libre, es decir gratuita,
de lunes a sábado de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 21:00 horas
“No
nos cabe tanta muerte, Memorial a Ciudad Juárez” es una Exposición de artistas
de diferentes orígenes en homenaje a las víctimas que padecen la violencia de
género y la impunidad. Denuncia artística a través de la sutileza y la memoria
que cuenta con el apoyo y colaboración de:
ARTISTAS:
Amilcar
Rivera, Hanamaro Chaki, José Andrés Peraza, María Romero, Mayra Martell, Mónica
Lozano, Mónica Ruiz, Mina Hamada, Montse Roure, Paula Laverde Austin, Poncho
Martinez, Reme Domingo, Rodolfo Green, Silvia Antolin y Ximena Pérez Grobet.
PARTICIPACIONES LITERARIAS:
PARTICIPACIONES LITERARIAS:
Fernanda
Álvarez, Diana Espinal y María Rivera
COLABORADORES:
TPK
Art i Pensament Contemporani, Pachi Toledo, Guadalupe Cano, Muna Makhlouf y Lucía
Escobar Torres
CONCEPTO,
COORDINACIÓN Y COMISARIADO:
Paula
Laverde Austin
Transcribiremos
la reflexión que publican los creadores de esta exposición en su web. Creemos
que es digno de compartir, a pesar de que le pueda parecer largo a alguno de
nuestros lectores:
“Resumen
No
nos cabe tanta muerte, Memorial a Ciudad Juárez es un proyecto colectivo
itinerante que consiste en una serie de obras plásticas, audiovisuales, de
instalación y performance, realizadas por artistas de diversas nacionalidades.
Es, también, un homenaje, desde miradas y culturas diferentes, a las víctimas
de los feminicidios de Ciudad Juárez que, desde 1993 hasta la fecha, sufren las
atrocidades de la violencia de género y la impunidad. Hacemos del arte la
herramienta de denuncia a través de la sutileza y la memoria. Es, por último,
un gesto de empatía internacional con el que queremos mostrar nuestra
solidaridad y nuestro respeto.
No
nos cabe tanta muerte, Memorial a Ciudad Juárez es una muestra conformada por
artistas de ambos sexos, entendiendo que la construcción cultural de género es
una reflexión colectiva.
No
nos cabe tanta muerte, Memorial a Ciudad Juárez pretende también, en cada
ciudad donde realicemos la exposición, elaborar actividades paralelas que
ayuden a reflexionar sobre temas universales como la violencia de género, las
organizaciones civiles, el arte como herramienta de denuncia, la memoria
histórica, entre otros.
Contexto histórico social
Los
asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua aún no se han detenido. La
violencia e impunidad siguen creciendo sin que hasta el momento se hayan tomado
acciones concretas para terminar con este feminicidio. El feminicidio debería
ser un asunto de interés mundial, una cuestión de lesa humanidad.
“Feminicidio
es el asesinato misógino de mujeres cometido por hombres desde su superioridad
de género. Tiene que ver con los motivos, con las heridas que se inflingen en
el cuerpo de la mujer y con circunstancias sociales que imperan en ese momento.
Para que suceda, tiene que haber una complacencia de autoridades, personas e instituciones
que están en el poder, llamémosle poder político, económico y social.” (Julia
Monárrez Fragoso. Socióloga)
Jill
Radford y Diana Russell definen el feminicidio de la siguiente manera: “Se
trata de crímenes de odio contra mujeres”. Quizá esta definición, la más
escueta, resulte la más concreta. Ellas consideran que el feminicidio se
conforma a partir de una normalización social de la violencia contra la mujer:
la sociedad la ignora, silencia, invisibiliza, desvaloriza, le quita
importancia; incluso el círculo social primario la minimizan o peor aún,
manifiestan conductas de relación a través del maltrato.
La
sociedad está organizada de tal manera que la violencia forma parte de sus
relaciones familiares, laborales y educativas. La cultura la refuerza como algo
natural a través de una permanente reiteración de imágenes, enfoques y
explicaciones que legitiman la violencia. Está demostrado que la violencia de
género está presente en todos los estratos socioeconómicos, en todos los tramos
de edad y es independiente del nivel de estudios, de renta o del trabajo del
agresor o de su víctima. También está demostrado, con independencia del
diagnóstico que pueda establecerse para una persona en concreto, que los
agresores no son enfermos psicópatas o drogadictos. Estudios con agresores
incursos en procesos judiciales demuestran que el 95% de éstos no sufren
psicopatología que condicione su responsabilidad criminal. El alcohol o la
cocaína tampoco son causas de estas conductas, aunque a veces son utilizadas por
los agresores para facilitar el ejercicio de la misma.
En
Ciudad Juárez desde 1993 desaparecen mujeres y no se vuelve a saber más de
ellas, a menos que sus raptores decidan hacer aparecer sus cuerpos sin vida y
con evidencias claras de haber sido brutalmente torturadas y asesinadas,
violadas de manera tumultuaria y arrancadas partes de su cuerpo o quemadas. Es
un dolor terrible para esta sociedad. ¿No hay nada que mueva a quienes pueden
hacer algo al respecto?
La
conducta arrogante de algunos funcionarios públicos y su manifiesta
indiferencia ante estos delitos permiten concluir que muchos de ellos fueron
deliberadamente pasados por alto por la mera razón de que las víctimas eran
“sólo” muchachas corrientes y, por tanto, no eran consideradas una gran pérdida.
Hay
una tendencia a relacionar el delito con la forma de vestirse o comportarse de
la víctima, especialmente culpándola en vez de dirigir la atención hacia el
victimario. Este tipo de tratamiento refleja una discriminación inaceptable.
Según
cifras del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, entre 1995 y 2007
se documentaron 553 casos de mujeres asesinadas en Chihuahua y Ciudad Juárez.
La mayoría de los casos permanecen en impunidad. La primera víctima encontrada
fue la niña Alma Chavira Farel, en enero de 1993 y las edades de las víctimas
oscilan entre los 10 y 35 años. Las mujeres viven en la más absoluta
indefensión. Entre el 1 de enero de 1993 y el 30 de junio de 2010 existen 887
víctimas del feminicidio
en Ciudad Juárez, según el recuento de la investigadora del Colegio de la
Frontera Norte. A partir de un seguimiento hemerográfico, Norma Ledezma, de la
organización “Justicia para nuestras Hijas”, informó que tan sólo en el primer
semestre de 2011 se cometieron 187 homicidios de mujeres en el estado, de los
cuales, 117 corresponden a Ciudad Juárez.
En
este momento hay 340 maquiladoras (plantas de ensamblaje, la mayoría
trasnacionales estadounidenses, en Juárez que emplean a más de 220.000 personas
con sueldos de una décima parte o menores de lo que pagan en su país de origen,
y bajo un esquema fiscal privilegiado. Este es el perfecto paraíso de la
globalización económica neoliberal, trabajadores y trabajadoras sin derechos
laborales, privilegios fiscales (cercanos a los de las zonas de libre comercio,
donde no se pagan aranceles o son mínimos) y suculentos beneficios económicos
para las multinacionales.
Estas
empresas emplean a mujeres menores de edad sin tener que garantizar a su retiro
el pago de las indemnizaciones. Despiden a sus empleadas por llegar dos minutos
tarde al trabajo. Habilitan transporte para garantizar que las trabajadoras
llegan a tiempo a la puerta de la fábrica, pero no hay transporte de regreso.
En el trayecto de su trabajo a casa una gran mayoría de mujeres han sido
asesinadas o han desaparecido.
Todo
parece indicar que estas jóvenes son seleccionadas por sus victimarios por ser
mujeres sin ningún valor en la sociedad. Suelen ser trabajadoras de las
industrias maquiladoras que dominan la economía de Ciudad Juárez; camareras,
empleadas en la economía informal o estudiantes. Muchas viven en circunstancias
precarias, a veces con hijos que mantener o bien migrantes que no tienen
familia en la localidad, La
mujer tiene derecho, en condiciones de igualdad, al goce y la protección de
todos los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política,
económica, social, cultural, civil y cualquier otra índole. Entre estos
derechos figuran el derecho a la vida.
La
desesperación y miedo de las familias de vivir en tal inseguridad al ver a las
hijas salir del hogar sin saber si van a regresar, no son motivo que afecte la
voluntad de nadie para poner un freno a estos hechos.
“A
la fecha estos crímenes están impunes, y a las mujeres desaparecidas nadie las
busca… y los asesinatos y desapariciones continúan sin que haya responsable
alguno. Invitamos al gobierno a que emita alguna acción y deje de seguir
ignorando que en esta frontera ocurre algo sumamente grave. Dejemos de ser
cómplices de esta situación. Hacemos un llamado desesperado a todo aquél que su
conciencia le exija hacer un mínimo esfuerzo por apoyar esta lucha en contra
del feminicidio que parece no tener fin. Cada uno de nosotros, en nuestro
ámbito de desempeño puede participar.
La
sociedad civil y las ONG’s exhortamos al Estado Mexicano a que frene la
impunidad en torno a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y el
hostigamiento que sufren familiares de las víctimas y defensoras de derechos
humanos. “ Marisela Ortiz, Nuestras Hijas de Regreso a Casa A.C.
Cabe
mencionar como caso emblemático, el de Marisela Escobedo,activista social
asesinada el 16 de diciembre del 2010, mientras protestaba en la puerta del
palacio de gobierno de Chihuahua, por el asesinato de su hija ocurrido en 2008
y que tampoco ha sido clarificado.
Objetivos
Acudir
al reclamo social de rescatar la memoria de las víctimas de la violencia en
México tomando los feminicidios de Cd. Juárez como caso paradigmático.
Contribuir
contra el olvido y la negación de conflictos no resueltos aún, sino por el
contrario, que se han ido agravando año tras año, como es el caso de los
feminicidios de Ciudad Juárez. La reconstrucción del tejido social comienza, a
juicio nuestro, tomando consciencia del daño causado; es decir, hacer visibles
a las víctimas, solidarizarnos con su dolor y propiciar la reflexión. Trabajar
sobre la construcción de la memoria colectiva desde el profundo respeto a las
víctimas promoviendo la cultura de paz.
Vincular
el arte a la recuperación de la memoria histórica como instrumento para
reflexionar sobre los feminicidios de Juárez y temas subyascentes (la violencia
de género, el capitalismo salvaje, la tragedia mediatizada, el machismo, la
ineficacia gubernamental, el duelo, la esperanza, la ofrenda, la solidaridad,
la memoria, el olvido, la huella, el dolor, la indiferencia, la impotencia),
convocando artistas que trabajen sobre la línea de la sutileza, buscando con
este perfil una resignificación del tema”.
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