martes, 21 de diciembre de 2010

Crónicas barcelonesas...

Piñata va!!
Piñata viene!!
El burro finalmente sobrevivió. Fue indultado a última hora.








Este domingo[19.12.2010] fue día de Posadas, Piñatas y buena comida mexicana en Barcelona. Tuvimos varias oportunamente anunciadas en nuestra Agenda de actividades. Aquí nos referiremos a la del restaurante barcelonés “El Burro Chilango” en sus locales del carrer Cinca 86 [ya saben que tienen dos locales en la ciudad] que fue donde se celebraría finalmente este evento.
Una calle situada cerca de una importante zona de ocio de esta ciudad conocida por “La Maquinista”.

Hablamos ciertamente de un local con solera y encanto. De colores vivos y armoniosos que irradian alegría y juventud en todos sus rincones. Buenas instalaciones, con un excelente servicio de atención al cliente, y una refinada cocina preparada para los paladares más exigentes dentro de la especialidad de cocina mexicana.

Una combinación perfecta que, irremisiblemente, nos transporta nuestra mente hacia aquellos locales románticos, de nuestro amado país, con la ventaja de poder revivir esos bellos momentos también en esta preciosa ciudad.

En el Burro Chilango, sin duda, se cuidan los detalles. Solo franquear su puerta encontramos una Virgen de Guadalupe iluminada a nuestra izquierda. Se respira paz. Mucha armonía.
Sí, se cuidan los detalles y también a los clientes. Con un trato familiar, personalizado. Acogedor.

Hoy tenemos un menú especial. Delicioso, y a un precio muy competitivo. No le falta de nada. Incluye también el típico Ponche Navideño. Sí, hoy tenemos en este local un Evento: cena, sí; pero también Posada Navideña y Piñatas…

Es la hora. La tropa y marinería allí reunida se moviliza en dos grupos, del que uno sale a la calle y el otro se queda en el interior. Se inicia el ritual de la Posada. Los de fuera bien abrigaditos porque hace frio...

Se intercalan las estrofas y al final todo el mundo entra hacia el comedor del restaurante. Ahorita viene el periodo de descongelación y animada plática entre los asistentes. Más tarde, los más valientes saldrán a la calle porque toca aporrear sin piedad a las Piñatas allí reunidas. Ja!, el palo sí que está caliente.... Y las Piñatas también claro...

Primero los niños. Y detrás de Ellos los mayores, quienes quizás, vestidos del bello velo de la nostalgia, revivirán felices momentos de su infancia.
La de palos que recibieron las Piñatas.
Al ladito de la entrada al restaurante se habilitó el ocasional cementerio de piñatas…



Al final de tanto ejercicio todavía quedaría una piñata superviviente. Allí colgada de la cuerda. Era una cabeza de burro, que por simbología, posiblemente, seria el representante del establecimiento donde se celebraba el Evento.

Allí estaba el pobre. Mirándonos con sus grandes ojazos mientras se balanceaba como si quisiera salir al galope de aquella su suerte impía. Al pobre burro, al final, le conmutaron la Pena de Muerte. Fue la única superviviente de aquella noche. Haaaa … pero el año que viene seguro que cae… seguro…

Allí se quedaría por esta vez. Colgado y bien colgado. Mientras la tropa entraba dispuesta a llenar las barriguitas con buena comida mexicana.

La noche prosiguió bien. Y hay que decirlo alta y claro: en El Burro Chilango se mantiene el “toque” o sabor autentico a comida mexicana. Aquí nos sabe como en México. Sí, Señor!

Por cierto, hay Fiesta de Fin de Año en este mismo lugar también. Y a un precio muy interesante.

El resto, la decisión, es vuestra…

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