La Guerra Civil española enfrentó a México y Alemania
Hitler brindó su apoyo incondicional al golpe militar de Franco; no así Cárdenas, quien respaldó a la II República hasta sus últimas consecuencias.
Actualmente, la sociedad española vive la mayor confrontación entre franquistas y republicanos desde la disolución de la República en 1939. Todo debido al ánimo del juez Baltasar Garzón por castigar los atropellos de la dictadura franquista, iniciativa que ha abierto la cicatriz más profunda y dolorosa de la historia española.
La Guerrra Civil es considerada el preámbulo de la Segunda Guerra mundial, un conflicto que afrontó a dos ideologías: rojos y fascistas, republicanos liberales y conservadores monárquicos. El conflicto colocó los ojos del mundo en la península ibérica: México y Alemania se involucraron abiertamente desde su comienzo; conozcamos pues, qué fue lo que ocurrió…
La Guerrra Civil es considerada el preámbulo de la Segunda Guerra mundial, un conflicto que afrontó a dos ideologías: rojos y fascistas, republicanos liberales y conservadores monárquicos. El conflicto colocó los ojos del mundo en la península ibérica: México y Alemania se involucraron abiertamente desde su comienzo; conozcamos pues, qué fue lo que ocurrió…
Intervencionismo nazi
A mediados de julio de 1936, el general Francisco Franco se levantó en armas en contra de la II República española, golpe que recibió un notable apoyo de la iglesia católica, los fascistas italianos y la Alemania nazi.
Para Adolf Hitler la guerra era una importante oportunidad estratégica: de vencer Franco, España quedaría bajo la esfera de influencia alemana y aislaría así a su gran rival continental: Francia.
El historiador alemán Gerald Brenan plantea que el intervencionismo del Führer tenía por objetivo atemorizar a las demás potencias imperialistas con su tecnología destructiva; la distracción en España también le sirvió para consumar la anexión de Austria y Checoslovaquia.
México rechazó el golpe
En sentido opuesto, México condenó enérgicamente el golpe de Estado: “Se trata de un acto ilegítimo que golpea profundamente la voluntad del pueblo español”, expresó el presidente Lázaro Cárdenas.
Para Cárdenas, el levantamiento franquista mostraba cómo los sectores más conservadores y católicos podían unificarse y atacar violentamente a un gobierno afín al socialismo, lo que causó temor en su administración.
El apoyo de Cárdenas a la II República fue tal que en la mismísima celebración de independencia de 1936, conocida como “el grito”, el presidente terminó añadiendo ante un Zócalo repleto: ¡Viva la República española!
Alemanes y mexicanos en el conflicto
Hitler envió a España a una poderosa unidad aérea conocida como la Legión Cóndor, compuesta de 400 aviones. Su participación fue crucial en el desenlace de la guerra. En 1937, destruyeron por completo la población vasca de Guernica, ataque que quedó inmortalizado en el cuadro del mismo nombre de Pablo Picasso.
México apoyó con armamento, voluntarios y el buque “Mar Cantábrico” que partió de Veracruz en 1937 con miles de pertrechos y varios milicianos mexicanos, españoles y estadounidenses. El buque fue capturado por los franquistas y cinco mexicanos fueron ejecutados tras un juicio sumario. El hecho fue visto un México como una afrenta al orgullo nacional.
En el bando republicano más de 350 mexicanos lucharon en las llamadas “Brigadas Internacionales”, entre ellos el reconocido muralista José Alfaro Siqueiros.
Un importante número de alemanes disidentes también se adhirieron a la guerra en contra de Franco, como el futuro alcalde de Berlín, Willy Brandt.
Relación México-Alemania durante el conflicto
Aunque Alemania y México mantuvieron una postura diametralmente opuesta respecto a España, no se suscitó una confrontación expresa entre ambos gobiernos.
Fue hasta el 12 de marzo de 1938, cuando Alemania violó flagrantemente el Tratado de Versalles y anexó Austria a su territorio, que México censuró la política nazi.
Días después, México nacionalizó el petróleo y sufrió un boicot económico de Estados Unidos y Gran Bretaña, por lo que Alemania se convirtió en el mayor comprador de crudo mexicano. Así, las primeras exportaciones de PEMEX quizá sirvieron para alimentar los cazas alemanes que bombardeaban España. Triste paradoja.
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