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viernes, 21 de mayo de 2010

Banderas mexicanas de vuelta a casa...


Son devueltas a México dos históricas banderas independentistas
Los estandartes son los primeros con que los rebeldes levantaron el grito de insurrección en la Villa de San Miguel el Grande y que tomaron el Puente de Calderón, Jalisco, el 14 de enero de 1811, cuando se llevó a cabo el último episodio bélico de la primera etapa de la Independencia de México.


Publicado en La Jornada
16 de mayo de 2010
Notimex
Santander. México y España intercambiaron este domingo Banderas Históricas, en el marco de la visita de trabajo que lleva a cabo el presidente mexicano Felipe Calderón Hinojosa en esa nación.

A través del mandatario latinoamericano, el pueblo de México recibió dos banderas sobre tafetán celeste con la imagen de la Virgen de Guadalupe y al reverso el arcángel San Miguel con el Águila Imperial, así como varios trofeos y jeroglíficos.

Calderón señaló que es un honor recibir la primera bandera de la “mexicaneidad”, que constituye el primer estandarte del deseo de los mexicanos de ser un pueblo libre y el primer emblema en torno al cual miles de personas se agruparon en la lucha histórica por la libertad.

De acuerdo con información oficial, estas son las primeras banderas con que los rebeldes levantaron el grito de insurrección en la Villa de San Miguel el Grande y que tomaron el Puente de Calderón, Jalisco, el 14 de enero de 1811, cuando se llevó a cabo el último episodio bélico de la primera etapa de la Independencia de México.

A su vez, España recibió dos banderas tomadas en acción en Tampico el 11 de septiembre de 1829, cuando tras un sangriento enfrentamiento el ejército hispano se rindió a las tropas mexicanas, en el que es considerado el último intento de la Corona Española por reconquistar México.

Bajo la leyenda “Legión Real”, tropas españolas pelearon a favor de su monarca en una fidelidad que se subraya en el lema “El Rey de la Fidelidad” del Aspa de Borgoña o Cruz de San Andrés, rematada con cuatro escudos, dos leones y dos castillos en aplicaciones de seda blanca.

Las cuatro banderas recogen un conjunto de entrañables símbolos mexicanos y españoles sobre los valores de un tiempo en que los dos países nacieron como naciones libres, con un pasado y un destino comunes.

En la ceremonia, celebrada en la Plaza Mayor de Santillana del Mar, el presidente de la República Mexicana, Felipe Calderón, expresó que ambas naciones intercambian bienes culturales plenos de significado y simbolismo para cada una de ellas.

Comentó que el hecho de que las banderas insurgentes mexicanas regresen al país 200 años después tiene un significado que enaltece la amistad de México y España, además de que refrenda en el primero su carácter de país libre y soberano.

“El significado de estos estandartes es que son las primeras manifestaciones simbólicas de la existencia de México como nación independiente. Fueron motivo de inspiración para miles de hombres que siguieron un camino en donde la libertad era más importante que la vida misma”, expuso.

Acompañado por su esposa Margarita Zavala y los secretarios de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano; y Economía, Gerardo Ruiz, Calderón indicó que el hecho de que esos lábaros vuelvan a México representa uno de los actos más entrañables y emocionantes.

“México no olvida este gesto ni lo olvidará nunca”, expresó el mandatario mexicano, al mencionar que este acto tiene un mayor significado histórico en los actos conmemorativos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución mexicana.

Añadió que con este acto, España y México trascienden el pasado sin negarlo y lo convierten en un renovado lazo de unión, pues este intercambio de banderas no sólo es un símbolo de estrecha amistad entre los pueblos, sino también el profundo respeto que se profesan.

“Esta ceremonia es testimonio de la fraternidad que nos une y que lejos de detenernos en el pasado, preferimos mirar al futuro y celebramos 200 años de independencia como pueblos hermanos y como naciones fraternas aliadas precisamente en la búsqueda de los mayores ideales de la humanidad, de la libertad, de la justicia, de la democracia, la solidaridad y la sustentabilidad”, destacó.

El ejecutivo mexicano puntualizó que España y México prefieren unir fuerzas para construir un nuevo y mejor porvenir, seguro de que el impulso y la creatividad de las dos sociedades “nos ayudará a superar cualquier adversidad”.



Acto de intercambio de banderas / Fotografía de Luis Sorando



Traen a México las banderas de Allende


Publicado en Publimetro
Jueves 20 de mayo de 2010
Notimex
Procedentes de España arribaron a México las banderas del general Ignacio Allende que Félix María Calleja envió en 1814 al rey Fernando VII, como trofeos de guerra, y este domingo recibirán un homenaje en Campo Marte, en esta ciudad.

Los lábaros fueron traídos en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, desde el Viejo Continente, y se entregaron para su resguardo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La llegada de las insignias históricas es producto de un acuerdo diplomático alcanzado entre México y España, explicó el INAH en un comunicado en el que da cuenta de la ceremonia de entrega recepción que tuvo lugar en el hangar de la Secretaría de la Defensa Nacional.

El acto fue encabezado por el general de brigada DEM, Miguel Ángel Patiño Canchola, director general de Archivo e Historia de la Secretaría de la Defensa Nacional; José Manuel Villalpando, coordinador ejecutivo nacional de las Conmemoraciones 2010, y Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH.

Dispuestas en un contenedor de madera, las dos insignias descendieron de la nave y fueron depositadas en un vehículo especial, para luego llevarlas, custodiadas por elementos del Ejército Mexicano, al Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, donde quedarán a resguardo, una por cinco años y otra de manera permanente.

Las banderas de Ignacio Allende fueron recibidas en días pasados por el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, de manos del Jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una ceremonia en Santillana del Mar, en Cantabria (España).

La permuta de las banderas "es un acto que enaltece la historia común de España y de México, y estrecha aún más la amistad forjada entre nuestros pueblos", dijo el presidente Calderón en su oportunidad. "México no olvida este gesto ni lo olvidará nunca", sentenció.

"Que estas banderas regresen a suelo patrio, sin duda, es uno de los actos más entrañables, más emocionantes, de los que tienen mayor significado histórico en los conmemorativos del Bicentenario del Inicio de la Independencia Mexicana", señaló.

Estas insignias, conocidas como "las gemelas", les fueron arrebatadas a los insurgentes en la batalla del Puente de Calderón en 1811.

Allí se produjo la derrota más importante de la primera etapa del movimiento de Independencia frente al ejército realista de Félix María Calleja, quien las envió al rey Fernando VII en 1814 como trofeos de guerra, y hasta hace unos días formaban parte del acervo del Museo del Ejército, en España.

A cambio de este gesto amistoso, México devolvió las Banderas de Barradas, últimas insignias que defendieron los realistas en tierras mexicanas, arrebatadas al general Isidro Barradas en 1829: Legión Real y El Rey a la Fidelidad, la primera de ellas fue donada mientras que la segunda fue cedida por un periodo de cinco años.

En el acto de bienvenida a las banderas de Allende, Alfonso de Maria y Campos, titular del INAH, destacó la gran labor de historiadores y especialistas del Instituto en la localización precisa de los lienzos.

Asimismo, elogió las aportaciones historiográficas que se hicieron, a fin de alcanzar esta devolución, y reconoció también la gestión de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de la Embajada mexicana en España, que hizo posible alcanzar este acuerdo tan significativo para México.

José Manuel Villalpando, coordinador nacional de las Conmemoraciones 2010, exaltó la importancia de las insignias que simbolizan los orígenes del Ejército Mexicano.

Asimismo, comentó que este intercambio con España establece puentes y lazos fraternos con el pueblo español, ya que esta gesta nos hermana en el tiempo.

Las banderas de Ignacio Allende, conocidas como “Las gemelas”, tienen en la cara principal la imagen de la Virgen de Guadalupe coronada como patrona jurada de la Nueva España, y en el reverso se combinan el águila mexicana posada sobre el nopal y el arcángel San Miguel.

Martha Terán, historiadora del INAH, quien identificó las banderas de Allende en el Museo del Ejército de Madrid, explicó que se trata no sólo de las primeras banderas militares, sino de los primeros lienzos de batalla propiamente mexicanas.

Fueron mandadas confeccionar por el general Ignacio Allende antes del 16 de septiembre de 1810 para abanderar al regimiento de los Dragones de la Reina de San Miguel el Grande, que lucharía por la Independencia de México, y con ellas declarar la guerra al gobierno virreinal y enviar un mensaje patrio simbolizado en el águila pintada en el anverso.

En tanto, las insignias de Barradas fueron probablemente confeccionadas en La Habana, Cuba, entre 1825 y 1826, y entregadas en 1829 a Antonio López de Santa Anna, tras la derrota del general español en la ciudad de Tampico frente al Ejército Insurgente en su intento de reconquista, y formaban parte del acervo del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.

Previo al intercambio de insignias con España, las Banderas de Barradas fueron sometidas a un proceso minucioso de restauración, a cargo de un grupo de especialistas del INAH, en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, encabezado por la especialista Lorena Román.



Ceremonia de Permuta de Banderas Históricas de México y España,
Documento del Gobierno Federal [16/05/2010]


Texto íntegro del discurso leido por el Sr. Prediente de México:
Excelentísimo señor José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno Español.
Señoras y señores:
Me complace enormemente estar el día de hoy con ustedes en la celebración de un acto que enaltece la historia común de España y de México. Un acto que estrecha aún más la amistad forjada entre nuestros pueblos.

Hoy intercambiamos bienes culturales plenos de significado y simbolismo para nuestras naciones en este bello lugar de Santillana del Mar.

Intercambiamos cuatro banderas, dos estandartes Insurgentes, tomados por las tropas realistas en la Batalla de Puente de Calderón, de enero de 1811, a las tropas Insurgentes, comandadas por el Cura Miguel Hidalgo y por el Capitán Ignacio Allende; y dos estandartes españoles de la expedición del General Barradas, obtenidas en 1829 por tropas de la República Federal Mexicana, en Tampico, que resistieron y vencieron el intento de reconquista.

El hecho de que vuelvan a México estas primeras banderas es un acto extraordinariamente significativo para el país, se trata, de hecho, de las primeras banderas mexicanas de la historia.

Las banderas fueron tomadas a las tropas de los Insurgentes, comandadas por Miguel Hidalgo, precisamente, en la batalla que he descrito y fueron banderas hechas a instrucción del Capitán Allende para iniciar, precisamente, la Guerra de Independencia.

El hecho de que 200 años después regresen estas banderas a México, las primeras banderas Insurgentes que regresan a nuestro país, es tener un significado que enaltece, desde luego, la amistad de México y España y que representa para México un orgullo, un orgullo que refrenda su carácter de país libre y soberano que para nosotros también implica un invaluable gesto de amistad.

El significado de estos estandartes es que son las primeras manifestaciones simbólicas de la existencia de México como Nación independiente. Fueron motivo de inspiración para miles de hombres que siguieron un camino en donde la libertad era más importante que la vida misma.

Que estas banderas regresen a suelo patrio, sin duda, es uno de los actos más entrañables, más emocionantes, de los que tienen mayor significado histórico en los conmemorativos del Bicentenario del Inicio de la Independencia Mexicana. México no olvida este gesto ni lo olvidará nunca.

En las banderas que recibo se manifiestan símbolos inequívocos de la identidad mexicana. El Capitán Ignacio Allende, al igual que muchos mexicanos, opuesto radicalmente, en aquel entonces, a la invasión napoleónica a la Península Ibérica y España, proclamaron su desconocimiento de las autoridades impuestas por la fuerza francesa y desde luego, su apoyo precisamente a Fernando VII.

Los símbolos de estos pabellones describen, precisamente, la importancia de aquel momento histórico, aparece en la parte superior San Miguel, que es y era, entonces, el patrono de la Nueva España y particularmente de la Villa de San Miguel, donde naciera precisamente Allende y también el Capitán Aldama, que el Águila y la Serpiente que todavía se pueden observar en su centro; es el símbolo Mexica, el indicador marcado por los dioses a los antiguos tenochcas para poder establecer, precisamente la Ciudad de Tenochtitlán.

Es emblema de las raíces indígenas mexicanas y a partir de nuestra guerra de Independencia fue el Escudo de la nueva Nación, lo es hasta ahora.

El Águila representa al pueblo de México y la Serpiente representa a los enemigos de México. El Águila puesta en actitud de combate y desafiante, muestra el carácter de la Nación que lucha y supera las adversidades a su paso.

La Virgen de Guadalupe puesta en la otra parte del estandarte fue precisamente el emblema enarbolado por el Cura Miguel Hidalgo al proclamar el Grito de Independencia y que tomó, precisamente, del santuario del pueblo de Atotonilco en su marcha hacia la libertad, es sin duda, la imagen de la Virgen de Guadalupe un símbolo muy poderoso de la mexicanidad.

Señor Presidente.
Señoras y señores.
Quiero reconocer en todo lo que vale y agradecer profundamente el gesto y el apoyo que el Gobierno de España ha dado a esta iniciativa desde que conversamos, el Presidente Rodríguez Zapatero y un servidor, hace más de dos años.

España y México trascienden el pasado sin negarlo y lo convierte en un renovado lazo de unión, este intercambio de banderas es no sólo símbolo de la estrecha amistad entre nuestros pueblos, sino también del profundo respeto que nos profesamos España y México.

Para mí como Presidente de la República, es un honor y motivo de profunda emoción que en este acto sea entregado y de vuelta a México, la primera bandera de la mexicanidad, el primer estandarte que expresó, precisamente nuestro deseo de ser un pueblo libre; el primer emblema en torno al cual miles y miles de mexicanos se agruparon en la lucha histórica por la libertad.

Esta ceremonia, además, es testimonio de la fraternidad que nos une y que lejos de detenernos en el pasado preferimos mirar al futuro y celebramos 200 años de Independencia como pueblos hermanos y como naciones fraternas, aliadas, precisamente en la búsqueda de los mayores ideales de la humanidad, de la libertad, de la justicia, de la democracia, de la solidaridad y la sustentabilidad.

España y México preferimos unir fuerzas para construir un nuevo y mejor porvenir, seguros de que el impulso y la creatividad de nuestras sociedades, nos ayudará a superar cualquier adversidad.

Nos une un pasado rico y heroico, como también nos une un futuro promisorio y un futuro luminoso.

Qué viva México y qué viva España.

Para ver el discurso del Sr. José Luis Rodríguez Zapatero en este acto [clik aquí]
Texto íntegro del discurso del Sr. Presidente de España:

Presidente Calderón,
Deseo, en primer lugar, darle la más cordial bienvenida a España y a esta magnífica ciudad de Santillana del Mar, a esta tierra incomparable que es Cantabria.
Siempre es un honor y una particular satisfacción recibirle en nuestro país y renovar los fuertes vínculos que nos unen. Confío en que en esta tierra cántabra, de la que tantos españoles partieron a México en busca de esperanza, se sienta acogido con la misma generosidad y afecto con las que México recibió a nuestros compatriotas en un pasado aún cercano.

Hoy, dando cumplimiento a un compromiso con nuestra historia compartida, asistimos a una ceremonia solemne que me consta que tiene un profundo significado para el pueblo mexicano y, por ese mismo motivo, también lo tiene para España.

Me alegra que esta simbólica ceremonia de intercambio de bienes culturales tan preciados se produzca precisamente en el año en el que México celebra el Bicentenario de su independencia; una conmemoración que España se honra en acompañar con la mirada respetuosa a nuestro pasado compartido y la visión de un futuro común aún más fecundo y rico.
Me consta y me enorgullece que los estandartes mexicanos que hoy intercambiamos recibirán el más sentido homenaje del pueblo mexicano. Conozco el significado histórico que para la historia de la gran nación que es hoy México atesoran los estandartes que hoy se permutan, cuyo valor es inestimable.

Presidente,
España y México tienen muchos motivos para sentirse orgullosos del camino que han recorrido juntos en estos doscientos años, y muchos más para seguir construyendo un futuro compartido. Que así sea y que vivan España y México.

Muchas gracias.



Calderón y Zapatero en actos previos a la Cumbre UE-México, video publicado por Efe