Comer con miedo
by Esther Vivas
Hay quien afirma que hay que “comer sin miedo”, que nunca en la historia de la humanidad la producción de alimentos había sido tan segura. Y es innegable el alto número de controles por los que pasa la comida en la actualidad. Sin embargo, periódicamente aparecen nuevos escándalos alimentarios, emergen enfermedades vinculadas a aquello que consumimos, vemos cómo aditivos que ayer se admitían hoy están prohibidos. ¿Nos podemos permitir comer sin miedo? Opino que no.
Es necesario, al menos metafóricamente hablando, comer con miedo. Preguntarnos por qué comemos lo que comemos, cómo se ha producido, qué contiene, de dónde viene, a quién le interesa que sea así. Y ante tanto control alimentario, ¿qué personas están al frente? A estas preguntas responde el libro El negocio de la comida. ¿Quién controla nuestra alimentación? (Icaria editorial), que he publicado recientemente, destapando el lado más oscuro del sistema agrícola y alimentario. Por qué los que quieren que comamos sin miedo quieren, en definitiva, que lo hagamos con una venda en los ojos.
A continuación, algunas reflexiones que encontramos en la obra El negocio de la comida. ¿Quién controla nuestra alimentación?
¿De dónde viene lo que comemos y por qué?
[pag.33] Se calcula que la comida viaja de media unos 5 mil kilómetros del campo al plato, con el consiguiente menester de hidrocarburos e impacto en el medio ambiente. Estos alimentos viajeros generan casi 5 millones de toneladas de CO2 al año, contribuyendo a la agudización del cambio climático (González, 2012).