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viernes, 16 de julio de 2010

Manifestación del sábado…

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Perplejidad ante la sentencia del Tribunal Constitucional:
Más de mil quinientas entidades, asociaciones, sindicatos, partidos políticos y clubs de toda clase hacen frente común saliendo a la calle.
Cataluña escenifica su rechazo a una sentencia que menosprecia que la soberanía que nace i reside en el pueblo.



A pesar de coincidir con nuestra Fiesta Mayor en Esparreguera, esta manifestación, este acontecimiento, que podíamos calificar sin dudas de irrepetible, nos llamaba poderosamente la atención. A pesar de celebrarse en la ciudad de Barcelona y de encontrarnos en fiestas.

La ciudadanía estaba convocada como todo el mundo sabe a una manifestación de protesta por la sentencia -cuanto menos, más que curiosa- del Tribunal Constitucional de Madrid sobre el “Estatut de Catalunya” este sábado día 11 de julio del 2010.

Los antecedentes que la desencadenan a nivel popular vienen de lejos. Son muchas las incomprensiones y las bajas maniobras de una todavía más baja política, las que se han visto a menudo en los medios de comunicación sobre este tema. No muy lejos en el tiempo tampoco quedan las dos campañas promovidas contra los productos catalanes en un intento de arruinar Cataluña, y a los que viven y trabajan aquí.

Es, sencillamente un problema de siglos de incomprensiones. En el que permanentemente se ha intentado imponer un único modelo, una única lengua, una única manera de hacer las cosas. Una actitud que naturalmente choca frontalmente con la fuerte personalidad de los naturales de estas tierras, celosos de conservar su identidad y su manera de ser propias, y el sentimiento histórico de nación que siempre se ha tenido. Un problema en definitiva de encaje, que tímidamente se tocaría durante la Transición con la creación de las llamadas "autonomías", y que se presenta actualmente para algunos sectores de la sociedad, aparentemente, como obsoleto y agotado.

Tampoco están lejos las sabidas maniobras entre miembros conservadores y progresistas del mismo Tribunal Constitucional -que hemos visto reflejados por los medios de comunicación- que incomprensibles muchas veces por el hombre y mujer de la calle, a ojos de muchos quizás, han querido ver al tribunal como un ente convertido en la tercera Cámara legislativa del país. Un campo de batalla en el fondo entre partidos políticos que, no habiendo conseguido sus intereses ni en el Parlamento ni en el Senado, traslada su lucha del campo parlamentario al campo jurídico.

Tras años y más años, con un equipo mermado de juristas, con bajas y sin renovaciones por bloqueos, y personas que parecían perpetuarse en el cargo como vitalicio, al final han dado como resultado esta curiosa sentencia.
Donde el hombre de la calle ve cosas tan curiosas como apartados que en otros lugares son aceptados y son legales, y curiosamente, aquí, en Cataluña no lo son. Y al hecho que si bien hay varios principios como la separación de poderes entre el ejecutivo, legislativo y judicial, o el hecho de que en el Parlamento reside la soberanía popular, o que la votación o referéndum es tácitamente la máxima expresión de la democracia en cuanto el pueblo libremente expresa su voluntad democráticamente, han quedado tocados de muerte.

El “Estatut” siguió todo aquello que marcaban las leyes. Se votaría por dos Cámaras Parlamentarias, y se aprobaría en referéndum por el pueblo de Cataluña libremente convocado a las urnas en un acto de normalidad democrática. Hoy, parte de Él se ha inutilizado por una votación donde al parecer, demuestran que son los únicos juristas de todo el país en entender de leyes.

La sentencia, lo decíamos al inicio de este artículo, ha creado cuanto menos perplejidad.

Para unos esta resolución será un ejemplo de rectitud de obligado acatamiento. Para otros el resultado de un tribunal convertido en poco menos que en un Circo. Para otros más, se tratará nuevamente de la tradicional hostilidad hacia todo aquello que se crea o proviene de Cataluña.
[Esperemos a ver qué pasa con la debatida Ley por la que en Cataluña se pretende prohibir las corridas de toros. Una prohibición que, por ejemplo existe ya vigente en Canarias y no ocurre nada de nada, pero que si finalmente se aprueba aquí bien seguro levantará una nueva “Cruzada contra los catalanes”. Con intentos de legislar desde Madrid su nulidad, y de no conseguirlo con el peso de las urnas, se recurrirá al Tribunal Constitucional… nuevamente]

Con legitimidad o sin ella, los hechos se imponen. El resultado al final y después de muchos años nos afloraría y sus señorías pasaran a la historia sin duda. Sin ninguna duda.

No es este el lugar de analizar la sentencia. Sin duda tiempo habrá y los entendidos dirán lo que se tenga que decir. Tampoco faltaran en los próximos días las valoraciones políticas según la ideología que hable.

No nos compete tomar partido a favor o en contra de la misma. Debemos ser respetuosos, y cada uno se administre según crea conveniente. En todo caso, si tenemos el derecho de ver y constatar aquello que vemos.

Sí, existía curiosidad en ver como se desarrollaría esta manifestación. Que según sus detractores sólo es el producto de “cuatro políticos”, negándole además, validez a las urnas y a todos aquellos hombres y mujeres que votaron este Estatut de Catalunya.

AME quiso estar allí pulsando este momento histórico. Vimos aquí enarbolar banderas de varios países, del País Vasco o Euskadi, de Galicia, La de Europa, Occitana, Bolivia, Argentina, el Tíbet, Marruecos, Irán, Holanda, Suecia, Uruguay, entre otras…
Vivimos y constatamos de primera mano aquello que ocurría. Sabiendo bien seguro que a la postre se manipularía sus resultados según la conveniencia del personaje de turno. Fue efectivamente una manifestación multitudinaria. Lo podemos certificar.
Viendo las fotografías que se conservan de las manifestaciones efectuadas en este mismo lugar en el año 1977, nuestra estimación de participación rondaría en unas 1.300.000 personas.

Pero como siempre el baile de cifras está servido: para los organizadores se llegaría a 1.500.000 personas. Al día siguiente portavoces de la Guardia Urbana de Barcelona y cadenas de televisión independientes ponían el listón de la participación en 1.100.000 almas.
Posteriormente, alguna prensa de Madrid, con sus habituales genialidades, lo rebajaba a la poca creíble cifra de 59.000 personas. Y para el "Excelsior" de México unas pocas decenas de miles. Cualquier día -no sería extraño de ver- que fueron cuatro gatos y un sereno…

En fin, aquí dejamos este modesto vídeo. Gravado en este memorable día en Cataluña. Un día en que el clamor popular se hizo oír. Juzguen ustedes la asistencia al mismo…


Manifestación en apoyo del Estatut de Cataluña y contra la sentencia del T.C. en Barcelona [10.07.2010]