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domingo, 7 de junio de 2009

Actualidad...


Gripe A: ¿un invento de los laboratorios?
Actualidad "Contagiar al mundo con un virus es algo muy simple", asegura el escritor español Pablo Caralps.


Publicado en Diario La Prensa
Domingo 07 de junio del 2009.
Gripe A: ¿un invento de los laboratorios? 05.06.2009
La Prensa entrevistó al autor de "Gripe Mortal", una novela que acusa a la industria farmacéutica de causar la epidemia de gripe. "La ficción se ha adelantado a la realidad", afirma el autor catalán. Por Adrián Martínez

La epidemia de Gripe A podría haber sido causada por un laboratorio con problemas financieros para salvarse de la crisis económica mundial. Esa es la hipótesis que despliega la novela "Gripe Mortal", publicada esta semana por Planeta, del escritor catalán Pablo Caralps.
Nacido en Barcelona en 1971, el autor es especialista en economía empresaria y comenzó a escribir en 2002 para pasar "los tiempos muertos en viajes y aeropuertos" mientras trabajaba para el sector industrial.

Su anterior novela, "Lo que la ciudad esconde", es un thriller policial que explora los secretos de Barcelona y está preparando su tercera obra, mientras se desempeña en una empresa que vende productos de papel y artes gráficas en España.

-La salida de su libro se vio precipitada por la súbita explosión de la epidemia de Gripe A. ¿Qué motivó la escritura de la novela, que es anterior a la aparición de la enfermedad?
-Me sorprendí mucho cuando fui viendo las noticias sobre la gripe que azotaba México. El paralelismo con mi libro era asombroso. Cuando escribí el libro quería hacer una crítica a la sociedad actual, desde mi modesta posición. Una crítica a la globalización, a la ambición de ciertas empresas y, en concreto, al sistema farmacéutico mundial, que en la mayoría de los casos sólo desarrolla nuevos medicamentos para el mundo desarrollado, dejando de lado los países más necesitados, porque son "poco rentables".
En ese sentido, el libro es también una crítica al poco altruismo y al mucho egoísmo. Con todos estos ingredientes, la trama me fue saliendo sola. Es una respuesta desde el punto de vista de la ficción a la pregunta "¿quién puede beneficiarse con una pandemia de gripe?".

-Su editora y su agente habrán saltado de alegría con la noticia, ¿qué le pasó a usted?
-Se me llegaron a poner los pelos de punta. No le voy a negar que siendo escritor lo que más desea uno es que le publiquen y que otras personas puedan leer el libro. De todos modos, me habría gustado que las circunstancias hubieran sido otras. Hay que tener en cuenta que todo esto afecta a la salud humana y eso es algo para mí intocable.

-El subtítulo del libro es "La novela que revela el oscuro negocio de provocar una epidemia". ¿Fue esa su intención? ¿Investigó el negocio farmacéutico?
-Evidentemente hay un proceso de documentación previo. En toda novela de ficción pienso que debe haberlo para dar veracidad y, sobre todo, seguridad al lector. Por ejemplo, en la novela se muestra el proceso de producir una vacuna. He intentado explicar de una manera muy simple cómo lo hacen de veras las empresas farmacéuticas. Allí se habla de manipulación de virus, porque también es cierto que una farmacéutica sólo vende si tiene medicamentos para enfermedades existentes. Desgraciadamente, la vida de hoy en día está llena de enfermedades, por lo que tenemos una dependencia total de las empresas farmacéuticas. Lo único que me gustaría percibir es que la dependencia es mutua y que ellas se sintieran obligadas a invertir más en países subdesarrollados, en investigar una vacuna contra la malaria, por ejemplo.

-¿Cómo interpreta el juego entre la ficción y lo real?
-En este caso podríamos decir que la ficción se ha adelantado a la realidad, pero lo que si tengo claro y, hablo en general, es que por desgracia la realidad supera siempre la ficción. Ojalá no fuera así, pero la mente humana es más retorcida de lo que nos imaginamos. De todos modos, tengo que decir que en este caso me habría gustado que las víctimas se hubieran quedado en mi libro, en la ficción, y que no las hubiera habido en la realidad.

-Por su formación en economía de empresas, ¿cree factible que la epidemia de gripe porcina haya sido un "invento" de la industria?
-Mire, por mi parte, sería muy osado afirmar algo así. Es un tema muy delicado, hablamos de salud humana. De todos modos, si usted me pregunta si a nivel económico o con vista empresarial algo así sería factible, le tengo que decir que sí. Tal y como sale en mi novela, un hecho como este puede hacer que una empresa farmacéutica en la ruina se convierta en la número uno mundial. Y le tengo que decir que contagiar al mundo con un virus de este tipo por desgracia es algo muy simple. Por suerte hay que tener el virus y poder multiplicarlo en masa y eso es algo que no está al alcance de todos los ciudadanos.

-La gripe aviar o el síndrome de la vaca loca aparecen como antecedentes de la hipótesis narrativa de una epidemia fabricada. ¿Su novela podría haber sido posible 20 años atrás?
-Hoy en día el mundo es muy diferente. La globalización ha conseguido que una noticia en una punta del mundo se pueda saber al momento en las antípodas. La sociedad de la información es tan rápida que beneficia a que las noticias vuelen a una velocidad de vértigo, por lo que la psicosis por un tema como este deja de ser local para pasar a ser, inmediatamente, global. Por mucho que una posible epidemia sea local, todos los gobiernos tienen la obligación para con los habitantes de su país de tomar las precauciones necesarias y dan fuerza, narrativamente hablando, a la posibilidad de una pandemia mundial.

-¿En qué medida el antecedente de la Gripe Española de 1918 juega en como "memoria social" de su historia?
-La Gripe Española es muy importante en mi novela, ya que de ese virus se toma de una cepa que se guarda en el laboratorio de Atlanta. Simplemente, variando un poco los hechos, la tragedia se desata sola.

-En el epílogo, usted asegura que su escritura quiere reflejar "algunas preocupaciones que los ciudadanos de a pie tenemos al leer los diarios y ver las noticias en la televisión". ¿Cuáles son?
-Pienso que en la mente de muchos de nosotros siempre está el si nos dicen la verdad, si nos dicen lo que queremos oír... Estoy convencido de que en muchos casos nos hemos preguntado qué hay de cierto en las cosas que pasan en el mundo, cuáles son los verdaderos intereses detrás de decisiones más o menos transcendentales.

-Cree que hay manipulación mediática en la información o en el tratamiento que le dio la Organización Mundial de la Salud a la gripe A?
-Esto es muy difícil de saber, también muy delicado. Cualquier decisión de la OMS puede trascender mucho más de lo que nos imaginamos en nuestra sociedad. Si llegasen a subir el alerta a nivel 6, podría afectar los movimientos de los ciudadanos entre los países, de mercancías y del comercio. Pero por el contrario, siempre habría quien se pudiera beneficiar. En este caso es difícil saberlo. Pienso que necesitamos un poco más de perspectiva para poder analizarlo tranquilamente. De todos modos, una vez más quiero reiterar que estamos hablando de la salud humana y hay que ir con pies de plomo.

-Usted asegura que la ficción "es una lectura de la realidad y de los valores que predominan en nuestro tiempo". ¿Podría explicar el concepto?
-Para que un tema de ficción sea de nuestro agrado tiene que hacer que mostremos un interés y para ello no hay mejor hecho que algo que estamos viviendo o, por lo menos, viendo a nuestro alrededor. También pienso que todos somos conscientes de los derroteros hacia dónde estamos yendo como sociedad. Espero que esta crisis mundial haga, y pienso que así será, una rotura de esquemas a nivel global y que se tengan que reconstruir los valores. Por lo menos espero que retoque ligeramente el sistema capitalista actual, para hacerlo mejor.

CRITICA SOCIAL
-¿En qué medida su historia es una crítica al modelo de sociedad española o catalana?
-En España, llevábamos catorce años de un crecimiento espectacular, por eso estamos sufriendo la crisis tanto. La escala de valores se había modificando en estos últimos tiempos, pasando el egoísmo personal por encima de muchas cosas. Es una cultura de lo material demasiado alta. El personaje principal de la novela, Lucas, podría reflejar a muchos jóvenes de Barcelona, evidentemente no por su profesión, pero sí por su manera de vivir.

-¿Cuál es su opinión sobre los bést-sellers. Sabrá que pueden tildarlo de ""oportunista"", de hacer una novela para el mercado.
-De los best-sellers pienso que hay algunos muy buenos y otros no tanto, como en toda literatura. Por mi parte, de momento, escribo sólo lo que sé escribir. No descarto abrirme a algún otro campo en el futuro, pero por ahora me quedo con este tipo de novela, donde me siento cómodo. Quien me tilde de oportunista, allá él. Sólo diré que el libro se escribió hace dos años, que me lo contrató la editorial en agosto, por lo que yo no me considero un oportunista.