La Fundació Foto Colectania Barcelona inaugurará la exposición:
"El pes de la ciutat. Fotografia llatinoamericana a la col·lecció Anna Gamazo de Abelló"
Los fotógrafos mexicanos Pablo Ortiz Monasterio, Nacho López y Graciela Iturbide, nos muestran el crecimiento de México.
La exposición reune alrededor de 80 obras, que reflejan el cambio en las grandes metrópolis latinoamericanas durante la segunda mitad del siglo XX.
La Fundació Foto Colectania expone los tesoros de la fotografía latinoamericana de la coleccionista Anna Gamazo de Abelló.
La colección de Anna Gamazo de Abelló reúne algunos de los mejores ejemplos de la fotografía latinoamericana del siglo XX. Nombres como Horacio Coppola, el retratista de Buenos Aires; el cubano Alberto Korda, que saltó a la fama por las fotos del Che; Sergio Larrain, el mejor ejemplo de la fotografía chilena; Geraldo de Barros, representante de la fotografía experimental brasileña; y Pablo Ortiz Monasterio, retratista de la marginalidad de México, entre otros, forman parte de una colección propia que se ha ido desarrollando sobre el terreno: su conservador, el francés Alexis Fabry –también comisario de esta muestra–, ha viajado a los distintos países para conocer de primera mano lo mejor de la fotografía de cada lugar. Es así como, tras siete años, la colección de Anna Gamazo de Abelló es un ejemplo representativo de todos los estilos y técnicas de la fotografía latinoamericana, donde se incluyen las visiones documental y plástica, y en las que los protagonistas son las gentes y su historia.
La exposición “El peso de la ciudad. Fotografía latinoamericana en la colección Anna Gamazo de Abelló”, que reúne una selección de estas piezas, se abre al público el 27 de enero de 2010 en la Fundació Foto Colectania.
Un recorrido por la fotografía latinoamericana del siglo XX
La fotografía mexicana está ampliamente representada en la exposición; por ejemplo, en la obra de Nacho López (1923-1986). En línea con la ciudad bulliciosa de Coppola, este fotógrafo retrató la vida nocturna y los barrios populares de México DF.
Uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX mexicano, Nacho López es considerado uno de los primeros fotoreporteros de su país, y a él se deben algunas de las instantáneas más
famosas de la capital mexicana, como por ejemplo su intervención La Venus se va de juerga (1953) en la que un hombre trasladó un maniquí de una fábrica a otra y el fotógrafo le siguió captando las reacciones de la gente de la calle.
También es mexicano Pablo Ortiz Monasterio, nacido en 1952 y autor de una de las series de fotografías que mejor retratan México D.F.: La última ciudad. Aunque las imágenes se publicaron en formato de libro en 1996, fueron realizadas en los años 80 por todos los rincones de la capital mexicana, en los que el fotógrafo retrata con maestría el pathos de una ciudad de marginales y parias, donde la contaminación carcome sus calles. Ortiz Monasterio retrata aquí un México en contradicción con la ciudad turística, pero no por ello no menos real.
Entre las mujeres presentes en la muestra se encuentra Graciela Iturbide, nacida en México en 1942 y alumna aventajada de Manuel Álvarez Bravo, uno de los grandes maestros de la fotografía mexicana. Las fotografías de Iturbide (galardonada, entre otros, con el Premio Eugène Smith y el Premio Hasselblad, concedido a fotógrafos como Cartier-Bresson y Robert Frank) se encuentran a medio camino entre el documental y la poesía: a pesar de retratar a menudo hechos trágicos acaecidos en su país y en otras zonas de Latinoamérica, siempre hay lugar para los sentimientos, para pequeños destellos de belleza. En su carrera abundan las series dedicadas a la vida cotidiana, los rituales tradicionales –el Carnaval, los ritos católicos mezclados con las fiestas indígenas-, pero también las fotografías oníricas, las imágenes en las que naturaleza y cultura se unen.
En la exposición podrán verse algunas imágenes de la serie dedicada a Juchitán, un pueblo indígena de la provincia de Oaxaca, que Iturbide retrató en los años 80 del pasado siglo.
La Fundació Foto Colectania expone los tesoros de la fotografía latinoamericana de la coleccionista Anna Gamazo de Abelló.
La colección de Anna Gamazo de Abelló reúne algunos de los mejores ejemplos de la fotografía latinoamericana del siglo XX. Nombres como Horacio Coppola, el retratista de Buenos Aires; el cubano Alberto Korda, que saltó a la fama por las fotos del Che; Sergio Larrain, el mejor ejemplo de la fotografía chilena; Geraldo de Barros, representante de la fotografía experimental brasileña; y Pablo Ortiz Monasterio, retratista de la marginalidad de México, entre otros, forman parte de una colección propia que se ha ido desarrollando sobre el terreno: su conservador, el francés Alexis Fabry –también comisario de esta muestra–, ha viajado a los distintos países para conocer de primera mano lo mejor de la fotografía de cada lugar. Es así como, tras siete años, la colección de Anna Gamazo de Abelló es un ejemplo representativo de todos los estilos y técnicas de la fotografía latinoamericana, donde se incluyen las visiones documental y plástica, y en las que los protagonistas son las gentes y su historia.
La exposición “El peso de la ciudad. Fotografía latinoamericana en la colección Anna Gamazo de Abelló”, que reúne una selección de estas piezas, se abre al público el 27 de enero de 2010 en la Fundació Foto Colectania.
Un recorrido por la fotografía latinoamericana del siglo XX
La fotografía mexicana está ampliamente representada en la exposición; por ejemplo, en la obra de Nacho López (1923-1986). En línea con la ciudad bulliciosa de Coppola, este fotógrafo retrató la vida nocturna y los barrios populares de México DF.
Uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX mexicano, Nacho López es considerado uno de los primeros fotoreporteros de su país, y a él se deben algunas de las instantáneas más
famosas de la capital mexicana, como por ejemplo su intervención La Venus se va de juerga (1953) en la que un hombre trasladó un maniquí de una fábrica a otra y el fotógrafo le siguió captando las reacciones de la gente de la calle.
También es mexicano Pablo Ortiz Monasterio, nacido en 1952 y autor de una de las series de fotografías que mejor retratan México D.F.: La última ciudad. Aunque las imágenes se publicaron en formato de libro en 1996, fueron realizadas en los años 80 por todos los rincones de la capital mexicana, en los que el fotógrafo retrata con maestría el pathos de una ciudad de marginales y parias, donde la contaminación carcome sus calles. Ortiz Monasterio retrata aquí un México en contradicción con la ciudad turística, pero no por ello no menos real.
Entre las mujeres presentes en la muestra se encuentra Graciela Iturbide, nacida en México en 1942 y alumna aventajada de Manuel Álvarez Bravo, uno de los grandes maestros de la fotografía mexicana. Las fotografías de Iturbide (galardonada, entre otros, con el Premio Eugène Smith y el Premio Hasselblad, concedido a fotógrafos como Cartier-Bresson y Robert Frank) se encuentran a medio camino entre el documental y la poesía: a pesar de retratar a menudo hechos trágicos acaecidos en su país y en otras zonas de Latinoamérica, siempre hay lugar para los sentimientos, para pequeños destellos de belleza. En su carrera abundan las series dedicadas a la vida cotidiana, los rituales tradicionales –el Carnaval, los ritos católicos mezclados con las fiestas indígenas-, pero también las fotografías oníricas, las imágenes en las que naturaleza y cultura se unen.
En la exposición podrán verse algunas imágenes de la serie dedicada a Juchitán, un pueblo indígena de la provincia de Oaxaca, que Iturbide retrató en los años 80 del pasado siglo.