Publicado en El Periodico
PRESTACIONES SOCIALES PRECARIAS EN UN PAÍS LATINOAMERICANO.
MEXICANOS DE TERCERA
Pensionistas que se sienten estafados se organizan en un movimiento de protesta en México
La decepción Humberto Vaca, jubilado,
en su casa de la localidad mexicana de Monterrey.
Foto: ADA MIRIAM GONZÁLEZ
TONI CANO. MÉXICO
Humberto Vaca se define a sus 77 años como un "mexicano de tercera categoría". Considera al menos que así lo ha clasificado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con ese título indeseado firma los innumerables ruegos, demandas y protestas que, desde hace tiempo, viene elevando a las autoridades. Porque tras años de trabajo en los que alcanzó niveles gerenciales, tuvo altos sueldos y, por lo tanto, abonó altas cotizaciones al seguro social, ahora cobra una pensión de apenas 150 euros al mes. Como muchos otros retirados en su situación, Humberto Vaca clama: "¡Me están estafando!". Ingeniero químico y con un máster en administración de empresas, Vaca trabajó durante 35 años en varias plantas de la prestigiosa empresa regiomontana Vitro. Los primeros 22, en la ciudad de México, y el resto, en la propia ciudad norteña de Monterrey, donde sigue residiendo. Vitro le dio la liquidación en 1990, cuando él tenía 58 años, y en ella dejó sentado, de cara a una jubilación que aquí varía según las semanas trabajadas, que estuvo empleado en esa compañía un total de 1.838 semanas. No obstante, cuando al cumplir los 60 acudió a tramitar su pensión, el instituto mexicano del seguro se negó a reconocer toda esa antigüedad. Con el tiempo, Humberto Vaca ha llegado a la conclusión de que "mediante argucias y prácticas propias de la mafia, el seguro social mexicano abusa de los jubilados mermando sus pensiones de forma criminal". Entonces, en 1992, le dijeron que solo podían reconocerle poco más de 1.000 semanas trabajadas, pero que ese detalle "no afectaba para nada el valor de la pensión". El hombre, "creyendo que el Seguro Social era una institución honorable", no le dio más importancia. Hasta que empezó a percibir su pensión de miseria. "Tremendo error", dice. "Un asaltante que me atacó hace tiempo fue mucho más honesto que el IMSS con mi pensión".
14 millones de afiliados
El Instituto Mexicano del Seguro Social, que tiene actualmente casi 14 millones de afiliados y atiende, contando los miembros de sus familias, a más de 45 millones de personas, más otros 11 millones que reciben atención gratuita en zonas marginadas, se ha limitado a ir contestando burocráticamente las quejas de Humberto Vaca, igual que otras miles de demandas que se suscitan entre los casi 100.000 jubilados. Bastante trabajo dan sus propios 225.000 trabajadores y resulta prioritario atender las continuas demandas de medicinas de sus 50.000 médicos y 100.000 enfermeras.En estos años de protesta e investigación, Vaca ha sabido de otros casos parecidos en los que, ante la inmediata protesta del jubilado, el Seguro ha reconocido su error. También ha conocido a varios de los abogados que, con la proliferación de casos semejantes, se han especializado en el asunto. Finalmente, se decidió a contratar a uno de esos licenciados y presentó las demandas correspondientes, hasta lograr hace dos años que el IMSS le reconociera 1.820 semanas de trabajo. "Pero con sueldos que en nada corresponden a la realidad de aquella época y, por si ello fuera poco, sin hacer ningún ajuste por la inflación", lamenta el jubilado.El ingeniero tira de documentos para mostrar cómo, por ejemplo, el IMSS considera que en la década de los años 80, su sueldo fue de 12.500 pesos, cuando, como él recuerda, "en esa época los salarios eran de varios millones al mes", hasta que en 1993 se le quitaron tres ceros al peso. Humberto Vaca cree que, encima, "el Seguro Social se está burlando" de él. Y que, entre la mala fe y la ignorancia, "las instituciones mexicanas dan risa". Sus devaluados 3.000 pesos mensuales equivalen ahora a 150 euros, y él se lamenta: "Está claro que con esa pensión no puedo hacerle frente a la vejez de mi esposa y la mía".
Próxima convención
Mientras Humberto Vaca sigue adelante con su denuncia quijotesca como mexicano de tercera categoría, según la clasificación del IMSS, otros retirados que se dicen "víctimas de raquíticas pensiones y deficiente atención médica en las clínicas del Seguro Social", han formado un Movimiento Unificador Nacional de Jubilados y celebrarán en mayo una convención en Oaxtepec, estado de Morelos. Su portavoz, Salvador Abundis, presenta un panorama de "viudas y retirados por enfermedad que cobran el equivalente a 15 euros al mes", y "jubilados por vejez, el equivalente a 70 y 90 euros". "Y no hay medicinas", dice.