A pie de calle
Homenaje a los que se adelantaron
Publicado por Catalina Gayà (Periodista)
en elPeriódico.com
Martes 01 de noviembre del 2011
Esta noche en todos los hogares mexicanos, estén en su país o en el extranjero, los caminos hechos con flores de cempasúchil guiarán las ánimas de los adultos que se adelantaron -así se dice en México cuando alguien se muere- hasta lo que eran sus hogares en la tierra para celebrar el Día de Muertos. En la madrugada de hoy, lo hicieron los niños difuntos. En sus casas o en los cementerios, los vivos recordarán lo que hizo tal muertito y se brindará con tequila y se comerá el pan tradicional para ese día.
El altar del café galería Cosmo, dedicado a la pintora
Leonora Carrington, el domingo. ALBERT BERTRAN
Leonora Carrington, el domingo. ALBERT BERTRAN
El viernes, Rosi Morales, coordinadora de la Ruta de los Altares en Barcelona, invitó a esta cronista a que asistiera al montaje de uno de los 28 altares que se pueden visitar en estos días en la ciudad. El altar que Casa Amèrica Catalunya dedica a tres mujeres: Ana María, Teresa y Beba Pecanins, la familia que ha ejercido de puente cultural entre México y Catalunya durante cuatro décadas. Presenciar un ritual como este es invitar al espectador a que abra una puerta a una manera de vivir la muerte que nada tiene que ver con esta parte del mundo; sobre todo en el siglo XXI cuando la muerte se esconde, se higieniza. En México, desde la época precolombina hasta ahora, la muerte se comparte, se muestra y, en ese acto de apertura, afloran memorias ajenas y objetos que, como relicarios, guardan pesares y risas mezclados.
Los altares mexicanos tienen un aire a esas fotos en blanco y negro que los abuelos cuelgan en una pared mausoleo de sus casas. A este lado del Mediterráneo, cada vez que alguien mira esas fotos trae al presente la presencia del abuelo que no conoció, de la bisabuela de la que solo sabe el nombre. El viernes, Montse Pecanins, hermana de Teresa y Ana María y madre de Beba, colgaba el papel picado, abría cajas de las que salían calacas, velas con forma de catrinas, hermosas flores oaxaqueñas y las colocaba sobre el altar. La mujer tiene 82 años y esa mirada de quien ha pisado muchos mundos y ya no se calla lo que piensa. Amenazaba con vender su casa del barrio Gòtic porque «algunos catalanes que se vendieron al dinero» le robaron «el romanticismo». Los turistas en manada, el hecho de que en el barrio no se hable ni una palabra de catalán y el cierre de anticuarios y librerías es el resumen de esa pérdida. «En el barrio se ha perdido la identidad. En Todos los Santos, ¿qué veremos en la calle? ¡Lo que se hace en EEUU!», se quejaba mientras dirigía sin descanso a la gente que ponía objetos en el altar. El altar a las Pecanins se inaugura mañana.
28 altares en Barcelona
Este es solo uno de los altares de muertos que hay en Barcelona. Desde el jueves pasado y hasta el 20 de noviembre, se puede recorrer una ruta que pasa por 28 lugares, desde escuelas, restaurantes, centros creativos y este año también en el consulado mexicano. Los altares están dedicados a músicos -Eugenio Tous-
saint tiene altar en el Born-, actores como Mauricio Garcés, la siempre presente Frida Kahlo o la comida callejera o El Santo. Hoy una comitiva recorrerá Gràcia en una procesión funeraria que homenajeará a las 50.000 personas que han muerto en México desde que el presidente Felipe Calderón empezó su guerra contra el narco. Tras la procesión, se montará un altar en el centro creativo Diógenes en honor a esos muertos. Familiares y amigos de las víctimas de esa espiral de violencia sin sentido compartirán el recuerdo de sus muertos; los traerán al presente y comerán y brindarán por ellos.
Los altares mexicanos tienen un aire a esas fotos en blanco y negro que los abuelos cuelgan en una pared mausoleo de sus casas. A este lado del Mediterráneo, cada vez que alguien mira esas fotos trae al presente la presencia del abuelo que no conoció, de la bisabuela de la que solo sabe el nombre. El viernes, Montse Pecanins, hermana de Teresa y Ana María y madre de Beba, colgaba el papel picado, abría cajas de las que salían calacas, velas con forma de catrinas, hermosas flores oaxaqueñas y las colocaba sobre el altar. La mujer tiene 82 años y esa mirada de quien ha pisado muchos mundos y ya no se calla lo que piensa. Amenazaba con vender su casa del barrio Gòtic porque «algunos catalanes que se vendieron al dinero» le robaron «el romanticismo». Los turistas en manada, el hecho de que en el barrio no se hable ni una palabra de catalán y el cierre de anticuarios y librerías es el resumen de esa pérdida. «En el barrio se ha perdido la identidad. En Todos los Santos, ¿qué veremos en la calle? ¡Lo que se hace en EEUU!», se quejaba mientras dirigía sin descanso a la gente que ponía objetos en el altar. El altar a las Pecanins se inaugura mañana.
28 altares en Barcelona
Este es solo uno de los altares de muertos que hay en Barcelona. Desde el jueves pasado y hasta el 20 de noviembre, se puede recorrer una ruta que pasa por 28 lugares, desde escuelas, restaurantes, centros creativos y este año también en el consulado mexicano. Los altares están dedicados a músicos -Eugenio Tous-
saint tiene altar en el Born-, actores como Mauricio Garcés, la siempre presente Frida Kahlo o la comida callejera o El Santo. Hoy una comitiva recorrerá Gràcia en una procesión funeraria que homenajeará a las 50.000 personas que han muerto en México desde que el presidente Felipe Calderón empezó su guerra contra el narco. Tras la procesión, se montará un altar en el centro creativo Diógenes en honor a esos muertos. Familiares y amigos de las víctimas de esa espiral de violencia sin sentido compartirán el recuerdo de sus muertos; los traerán al presente y comerán y brindarán por ellos.
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