miércoles, 9 de octubre de 2013

Ayuda a los damnificados de Acapulco

Continua abierta 
Colecta de Cáritas en favor de los
DAMNIFICADOS DE LA ARQUIDIOCESIS 
DE ACAPULCO Y DE LA DIÓCESIS DE TLAPA


La Arquidiócesis de Acapulco acompaña a los afectados por la tormenta Manuel con la oración y con víveres, según señala la Secretaria de este organismo mexicano. De momento se ha apoyado con poco más de 50  toneladas de comida, ropa y alimentos a las personas que resultaron damnificadas por las lluvias torrenciales, inundaciones y deslaves provocados por la tormenta Manuel. Una gota de agua ante un Oceano. Queda mucho por hacer todavía.


Los daños causados por la tormenta tropical Manuel son mayores y no es posible minimizar las necesidades de la población afectada a lo largo y ancho del estado de Guerrero. Esta situación constituye un desafío mayor, también, para todos; para las autoridades, para la sociedad y para la Iglesia misma. Con sentido de objetividad tenemos que reconocer que todos hemos sido rebasados tanto en la prevención como en la atención de la emergencia. Hay que plantear la necesidad de que no seamos rebasados en las fases de la rehabilitación como en la reconstrucción, que tienen que diseñarse de una manera muy responsable.

Monseñor Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Acapulco, nos recuerda que “La Arquidiócesis de Acapulco ha puesto en marcha un plan de respuesta ante la emergencia a través de las redes de Cáritas en las que participa. Por una parte, ha recibido la solidaridad de la Conferencia del Episcopado mexicano que ha estado gestionando auxilios a través de Cáritas Mexicana, IAP, un organismo que se hace cargo de este tipo de tareas eclesiales, al tiempo que diversas diócesis del país han enviado o están por enviar diversos apoyos en efectivo o en víveres. También diversas empresas han preferido canalizar sus apoyos a través de la Iglesia, mismos que estamos distribuyendo a las comunidades afectadas.

En nuestro plan de respuesta, hemos enfocado toda la estructura pastoral de la Arquidiócesis para gestionar auxilios a la población utilizando a las parroquias como unidades de servicios a los damnificados. Hemos insistido en atender la emergencia desde dos perspectivas: la espiritual y la material. En lo espiritual se han dado iniciativas de acompañamiento a las comunidades afectadas mediante la oración, las celebraciones y talleres de manejo de crisis en diversas parroquias. Se han visitado diversos albergues para acompañar a la gente dando consuelo y moviendo a la esperanza.

Otros auxilios claves han sido la distribución de víveres y la atención médica. Han llegado de otras ciudades algunas brigadas médicas que hemos canalizado a las parroquias y otras brigadas vienen en camino. La atención a enfermedades propias de estas circunstancias y la prevención de otras más, hacen de este servicio algo indispensable.

Al centro de acopio de víveres ubicado en la Nueva Catedral de Cristo Rey han llegado alrededor de 50 toneladas de provisiones y tenemos la promesa de otros envíos más, que vienen de diócesis, de bancos de alimentos, de empresas y de compras que hemos hecho con el dinero que hemos recibido para la adquisición y la distribución de alimentos. La distribución la estamos realizando a través de las parroquias, dando preferencia a las comunidades a las que no ha llegado el auxilio oficial o el de otras instancias civiles que se han sumado. Nos preocupa mucho el hecho de que hay aún comunidades aisladas que no reciben las ayudas indispensables para su supervivencia.

Hemos buscado los contactos y los vínculos con las autoridades para poner a su disposición los recursos institucionales y humanos de las parroquias en un plan de colaboración. Hemos encontrado algunas respuestas positivas y agradecemos a la SEDENA su apoyo y coordinación, esperamos coordinarnos con todos los que están realizando la atención a esta emergencia. Reafirmo la disposición de la Arquidiócesis para colaborar, no solo en esta fase de la emergencia, sino también en las fases siguientes de apoyo a la rehabilitación y a la reconstrucción.

Quiero saludar y reconocer la participación de muchas organizaciones civiles que han tenido iniciativas de auxilio a la población afectada y, también, a las iniciativas espontaneas de personas, de familias y de instituciones que se han sumado a la organización oficial, para socorrer a familias y comunidades afectadas. Este es un magnífico signo que da aliento y que nos hace pensar que sí podemos superar los rezagos que hemos tenido en asuntos como la pobreza y la violencia. Todos los esfuerzos de apoyo a los afectados por las lluvias, tanto en la fase de la emergencia como en la rehabilitación y reconstrucción, son indispensables para contar con condiciones de paz en nuestra región. Por eso es también importante la colaboración entre las autoridades y la sociedad civil, para asegurarnos que no se deriven situaciones que generen violencia y que hagamos de esta emergencia una gran oportunidad para reconstruir nuestra sociedad en la unidad y la solidaridad”.

 
Para colaborar en efectivo, tienen dispuesta la cuenta de
Cáritas de la Arquidiócesis de Acapulco, A. C.
Cuenta: 65-50205369-7,
Clave interbancaria: 014261655020536970 del Banco Santander.
Por favor, envíen copia de la ficha bancaria a: caritasacapulco@yahoo.com.mx



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