domingo, 17 de enero de 2010

Terremoto de Haití...

Los ''topos'' mexicanos,
de gran ayuda en la crisis haitiana
Voluntarios latinoamericanos aportan esperanza en esfuerzos de socorro



Publicado en yucatan.com.mx
Sábado 16 de enero de 2010


PUERTO PRINCIPE (AP).— Bomberos, médicos, socorristas y voluntarios latinoamericanos se sacrifican en extenuantes y arriesgadas tareas de rescate y ayuda para las víctimas del terremoto en Haití y sus esfuerzos se han visto recompensados en muchos casos.

Dieciocho integrantes del grupo de rescate mexicano, a quienes se les apoda “Topos” por su gran capacidad de abrir túneles, extrajeron de los escombros a siete sobrevivientes.

Un médico mexicano al lado de un israelí vieron cuando Josyanne Petidelle, de 19 años, prácticamente resucitó el viernes después de ser extraída debajo de los escombros de un edificio en donde permaneció sepultada tres días.

Los médicos cubanos que desde antes del terremoto ayudaban a paupérrimos habitantes haitianos, desde el sismo atienden a un desbordante número de heridos. Un rescatista colombiano dijo que prácticamente repartió sus raciones alimenticias personales para aliviar el hambre de personas que se le acercaban.

Así, para algunos favorecidos, la intervención de algún latinoamericano pudo resultar milagrosa.

El bombero colombiano Pablo González relató el sábado que junto a colegas suyos de República Dominicana, rescataron en la noche anterior a una muchacha de unos 18 años. “No sé con exactitud qué dijo cuando la rescatamos, porque ella hablaba francés, pero se notaba que le estaba dando gracias a Dios”, dijo.

Al relatar su experiencia en Puerto Príncipe, afirmó que “en medio de tanto dolor, a uno no le queda tiempo de pensar y menos de llorar”. Aunque sabía la importancia de conservar sus raciones de alimento, admitió que las regaló: “¨Qué más puede hacer uno con tanta gente sufriendo?”

Militares y expertos en rescate chilenos sacaron el viernes a 45 personas sepultadas en el hotel Montana, reportó el sábado el ministerio de Defensa, aunque no estaba claro si estaban vivos o muertos. En ese lugar buscan a María Teresa Dowling, esposa del general Ricardo Toro, subjefe de las fuerzas de paz de Naciones Unidas y una de las dos chilenas desaparecidas en Haití.

Por su parte, los “Topos”, agrupación formada durante el terremoto que causó severos destrozos y miles de muertos en la Ciudad de México en 1985, sacaron a siete sobrevivientes de edificios desplomados el viernes, informó el coordinador de la brigada, Fernando Alvarez. Los “Topos” trabajaron también en los escombros del Centro de Comercio Mundial de Nueva York, tras los atentados del 11 de septiembre del 2001.

La misión panameña de búsqueda y rescate ayudó el sábado en detectar y salvar a tres personas en Puerto Príncipe, informó el Sistema Nacional de Protección Civil el sábado por la noche.

Los rescatistas panameños lograron rescatar bajo los escombros de una vivienda a una mujer de 70 años y su hijo que milagrosamente se encontraban con vida tras cuatro días sin comer ni beber agua, confirmó a la AP Hugo Fanamía portavoz de la entidad.

Agregó que la perra “Diamante”, uno de los cuatro caninos panameños que viajaron con el equipo de rescate, marcó un sitió entre los escombros de la cancillería haitiana en donde había una sobreviviente y rescatistas de Israel sacaron a la mujer.

La misión panameña que se encuentra en Haití la integran 32 personas entre personal de rescate, médicos y profesionales forenses.

Las esperanzas se mantienen para muchos socorristas. El trabajador de la Cruz Roja Ecuatoriana David Betancourt dijo el sábado que escucharon voces en francés bajo los escombros del lujoso Montana y con una cámara especial que lograron meter por un agujero vieron que hay tres personas atrapadas con vida.

El equipo peruano Rapid Latinoamérica reportó en Lima el rescate de dos víctimas haitianas vivas.

La televisión cubana transmitió imágenes de los galenos de la isla trabajando en la emergencia, uno de los cuales mostró a un pequeño que se salvó porque su padre lo cubrió con el cuerpo, pero el niño de cuatro años perdió a toda su familia. Una enfermera aseguró que nunca había suturado tanto en su vida profesional.

Desde 1998 Cuba tiene asistencia médica permanente en Haití, por lo que había 400 médicos al momento del terremoto y otros 60 fueron enviados el miércoles para reforzar el equipo.

En Venezuela, Luis Díaz, director del ente estatal de atención de desastres, dijo que los socorristas desplegados a Haití se toparon con que “todos los sistemas e instituciones en Haití han colapsado, los servicios de agua, electricidad, teléfonos, gas, son casi inexistentes... la mayoría de edificaciones presentan el riesgo de venirse abajo”.

Aún así, “nuestro personal está trabajando en los principales (sitios), turnos de 13 a 14 horas continúas. La cantidad de heridos atendidos ha sido grande”, explicó.

Los haitianos han encontrado ayuda médica en la fronteriza Jimaní, República Dominicana, donde había unos 300 heridos atiborrados en el hospital de la localidad. Muchos yacían sobre colchones en los corredores recibiendo rehidratación intravenosa.

“Lo único que nos queda es orar a Dios para salvar a mi hijo”, expresó mientras lloraba Jean-Paul Dieudone, quien llegó con su hijo de seis años herido al hospital dominicano. Su esposa y su otro hijo murieron en el terremoto, dijo.

Los contingentes que forman parte de los Cascos Azules de Naciones Unidas se han sumado a las tareas de emergencia. El segundo comandante de los Cascos Azules bolivianos, coronel Edwin Suárez, dijo que con sus hombres trabaja en el “movimiento de escombros y la distribución de alimentos que está empezando a llegar y en el rescate de los muertos en las calles”.

“Aquí todo se ha caído no tenemos nada, pero seguimos trabajando estamos bien y lo hacemos con gusto porque nosotros hemos tenido suerte”, añadió.



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